El Imparcial de Matehuala Noticias
María Elena Yrízar Arias
En la quincena pasada, escribí sobre las percepciones salariales de los diputados, en un artículo que se encuentra en http://lajornadasanluis.com.mx/opinion/diputados-victimas-victimarios/ Señalé allí que el 11 de abril pasado, Fernando Chávez Méndez, del PRI, Sergio Serrano y Manuel Barrera, del Partido Verde, quisieron acallar las críticas ciudadanas y presentaron una iniciativa de “acuerdo económico” con el objetivo de que se eliminaran los apoyos económicos legislativos que reciben los diputados y así dar respuesta a la relevante demanda ciudadana, que han dicho hasta el cansancio que los salarios de los diputados potosinos son exagerados. Lo anterior, era una excelente idea, por ser justa y reivindicaba a los de por sí desprestigiados legisladores.
Pero, tristemente, el 18 de agosto de este año se pusieron de acuerdo todos los diputados de todos los partidos políticos y le dieron un revés a ese acuerdo económico y resulta que en lugar de eliminar los apoyos económicos que percibían los diputados, pues, para ya no tener que tomarse la molestia de acreditar en qué gastaban esos apoyos, mejor optaron por integrarlos a sus salarios. Así los diputados potosinos ganan más dinero que 16 gobernadores del país, más que cualquiera de los diputados de las demás legislaturas estatales y anhelan, en el fondo, que nadie proteste ni diga nada.
Los diputados no han tenido el escrúpulo necesario para analizar la situación que se está viviendo en el estado, ya que de acuerdo con los estudios efectuados por el Coneval, somos el sexto lugar nacional en pobreza extrema, del total de la población que habitaba en el estado, 52.6 por ciento se encontraba en situación de pobreza, lo que representó 1,360,306 personas de un total de 2,588,808. Asimismo, 15.5 por ciento del total de la población del estado se encontraba en situación de pobreza extrema; 37.1 por ciento en situación de pobreza moderada, 21.6 por ciento era población vulnerable por carencia social, 6.9 por ciento fue la población vulnerable por ingreso, mientras que 19 por ciento fue población no pobre y no vulnerable.
Ellos sólo piensan en sí mismos y, al parecer, se pasaron por salva sea la parte la opinión ciudadana, que somos quienes pagamos con nuestros impuestos los megasalarios que ellos se impusieron.
El pasado jueves, a las 10 horas, tuvo lugar frente al Congreso del Estado una protesta convocada por la organización Ciudadanos Observando, con el objetivo de presionar a todos los diputados para que echen marcha atrás con el aumento del salario que resulta insultante para los potosinos y para exigir, a su vez, que los diputados den una respuesta al escrito que en días pasados se presentó en la oficialía de parte del mismo Congreso, donde se les solicitó que se redujeran sus salarios de 114 mil pesos netos.
Sobre el asunto del salario exagerado de los diputados, el presidente del PAN, Xavier Azuara, dijo categóricamente que no está de acuerdo con el alza, mientras tanto, Martín Juárez, presidente del PRI estatal, fue ambiguo al contestar la misma pregunta que se le hizo ayer en el programa de la radio Libertad de Opinión, lo que se puede verificar en www.planoinformativo.com/fm/nota./php?id=421, ya que se concretó a decir que hay que hacer un ejercicio de trasparencia, ver lo del pago de impuestos, dar certeza a la ciudadanía de manera clara; propuso valorar y discutir el tema.
En esta danza de los diputados han tratado de distraer a la ciudadanía del tema de los dineros que integran ahora sus salarios y han sacado a la luz pública la supuesta problemática que tienen con el titular de la ASE, ya que todos sabemos que responde a los intereses de los más fuertes, ha servido como encubridor de la corrupción tolerada, también les ha servido a los diputados a hacer la danza de los colocados, donde han puesto en la Auditoría Superior del Estado a sus “recomendados”, dándose entre diputados y el contralor, una verdadera simbiosis para beneficiarse mutuamente en su desarrollo político. Así que es obvio que el contralor, sabedor de la labor tan importante que ha hecho para legitimar las cuentas públicas de los gobiernos corruptos, pues ni le debe de preocupar ni causarle pendiente el supuesto juicio político que le puedan hacer y menos que ignorando a los diputados puedan estos hacerle siquiera unas cosquillas. En el supuesto caso de que le inventaran al contralor una salida digna, por motivos de enfermedad, pues sería muy comprensible que el pobre hombre efectivamente ha perdido su salud con motivo de pretender combatir la corrupción existente por mucho tiempo en esa dependencia.
