UTOPÍA

Seguimos en su mayoría con la mentalidad que un candidato debe caerte bien o entregarte un bien material para brindarle el apoyo, como si fuera un payaso que a todos tiene que hacer reír o un filántropo que te va ayudar sin esperar nada a cambio, cuando eso es precisamente lo que nos ha hecho mucho daño, un candidato debe darte resultados y punto, no hacer de todo para caerte bien, los líderes de mundo como Vladímir Putin en Rusia o Angela Merkel en Alemania no son carismáticos, son jefes de Estados que dan buenos resultados que eso es para lo que fueron votados, para lo otro hay artistas, gente del entretenimiento pero un político es otra cosa, y en la mayoría de los estados y municipios se tiene esa mentalidad, cuando un candidato las cualidades de cajón que deben de tener son la honestidad, visión e inteligencia para darte el día de mañana resultados positivos.

Mientras no entendamos eso, vamos a seguir cometiendo los mismos errores, que hablando de la ciudad donde vivo, han hecho que Matehuala no tenga un crecimiento positivo. Desde Victor Mendoza se entró a la era de los candidatos empresarios, cada vez son menos los candidatos que son políticos de carrera, derivado por el hecho de que los políticos cuando llegan al poder en lugar de trabajar para servir a la comunidad trabajan para hacerse empresarios con el dinero público y desde ahí se desvirtúa el origen para lo que se buscó llegar al poder.

Por ello son cada vez más la gente que cree más en los empresarios que en los políticos, pensando que porque son empresarios no van a robar o entrar en actos de corrupción, cuando sale exactamente lo mismo y a veces hasta peor, pues su objetivo en la iniciativa privada (que es hacer dinero no se les olvida cuando entran al poder), Donald Trump fue de los últimos empresarios que llegó a ser Presidente de los Estados Unidos, los resultados ya todos los conocen,  el 4to presidente en perder su reelección en la historia de ese país y el presidente con la peor evaluación a la hora de terminar su mandato, siendo suplido por un político de carrera como Joe Biden.

No todos los empresarios que entran al servicio público son malos, ni todos los políticos de carrera que llegan al poder son malos. Mi conclusión y mensaje para ustedes es que dejen atrás esas maneras de calificar a los candidatos y los califiquen por lo que realmente importa para que ellos den buenos resultados el día que lleguen a gobernar. Sus principios, sus ideales, su inteligencia, su honestidad, su empatía, son las bases para saber qué van entrar con el pie derecho.

No califiques a un candidato por si cae bien o no cae bien, o porque si es galán o no es galán, como dijo un ex presidente de México cuando le dijeron que tenía un mal aspecto físico, y contestó muy atinadamente “soy un político, no un semental” y es cierto. Analicen a los candidatos, hagan un análisis histórico de los presidentes que han gobernado y tomen las mejor decisión para ustedes y sus familias, porque 3 o 6 años se escuchan poco, pero ha cómo pasan tan lento cuando vamos por mal camino. Así que vayan y voten! Vota, vota y vota esta es la mejor manera de protestar y es un derecho que nos da nuestra constitución. ¡El pueblo elige a sus gobernantes! Nadie más. Hasta la próxima

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