María Elena Yrízar Arias
En términos simples entendemos la palabra seguridad como la ausencia de peligro o riesgo para nuestra vida, patrimonio, trabajo y familia principalmente. Es también el sentimiento de bienestar que nos brinda una sensación de confianza que tenemos en algo o en alguien.
Desde el punto de vista social, la seguridad debe ser la garantía que tienen las personas de estar libres de todo daño, amenaza o peligro; es la necesidad de sentirse protegidas contra todo aquello que pueda perturbar o atentar contra su integridad física, moral, social y hasta económica. Así, la seguridad social se refiere al conjunto de normas o reglas de comportamiento obligatorias que dicta el gobierno, que forman parte de las garantías individuales y sociales que conforman la Constitución Política Mexicana, con los derechos fundamentales que los ciudadanos mexicanos debemos gozar plenamente, que son los de libertad, seguridad, igualdad y propiedad.
En la legislación potosina, la Constitución Política igualmente nos garantiza los mismos derechos que la Constitución Federal, pero en la realidad de los acontecimientos que hemos estado viviendo en los últimos días en las diversas regiones del estado, el problema de la inseguridad se ha incrementado. Según lo leímos en la nota de Jorge Torres, de La Jornada San Luis, que dice: “El presidente de la Asociación Potosina de Abogados, Vicente Rosas Serrano, señaló que, aunque no se está todavía en una situación de alerta, sí preocupa la creciente inseguridad que se está viviendo en el estado, especialmente contra el gremio al que pertenece, esto después de la muerte del conocido abogado René Cervantes Gutiérrez, ocurrida la madrugada del lunes en Matehuala, por lo que exigió al titular de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE), Arturo Gutiérrez García, atender este problema y que brinde seguridad tanto a los abogados como a la ciudadanía en general”.
Como reacción a la inseguridad, el diputado Héctor Mendizábal solicitó ayer a las autoridades que apliquen medidas urgentes que contengan el índice delictivo y, sobre todo, que no se caiga en la impunidad, ya que todos estos actos violentos deben ser castigados y los responsables llevados ante la justicia. El diputado panista agregó que está impunidad lo único que provoca es más inseguridad e indicó que los diputados están dispuestos a trabajar de la mano con las autoridades en materia de seguridad pública, en particular con la Secretaría de Seguridad para hacer las reformas que sean necesarias toda vez que la inseguridad va creciendo, señaló.
El presidente municipal de la capital potosina, Ricardo Gallardo Juárez, reconoció ayer que es insuficiente la coordinación que existe entre la Policía Municipal y la Policía Estatal para la disminución a los índices delictivos que se han registrado en los últimos días, por lo que es factible la presencia del Ejército Mexicano en la capital para reforzar la seguridad. Y hasta exhortó al gobernador del estado, Juan Manuel Carreras, para que haga presión al desempeño de todos sus funcionarios, incluyendo a Arturo Gutiérrez, quien lidera el Mando Único en todo el estado potosino.
La Iglesia católica, por conducto de su vocero, José Priego Rivera, conminó a los diversos niveles gubernamentales a colaborar entre sí, a fin de erradicar la inseguridad.
Estas son las voces que los medios de comunicación difunden, pero existen miles de potosinos que clamamos por gozar de la seguridad en el estado, estamos cansados de escuchar que hay otros estados peores. Eso ya lo sabemos, el país tiene una gran crisis de credibilidad en el gobierno. La inseguridad es como hierba mala que no se arranca de raíz. Pero como potosinos, nos interesa nuestra entidad, queremos que bajen los índices de corrupción, que la seguridad se convierta en una realidad tangible. Que los diputados funcionen, que la impunidad cese. Que se castigue a los malos funcionarios. Necesitamos acciones concretas para revertir el problema en todos los niveles. Ya es tiempo de reivindicar la seguridad. Es nuestro clamor.