PARA CORREGIR LA CORRUPCIÓN

María Elena Yrízar Arias

Ricardo Gallardo Juárez, presidente perredista del municipio capitalino, en plena plaza de Los Fundadores, dio su informe de resultados de la administración que preside. Primeramente exhibió un video relativo a las obras y servicios que durante su gestión ha desarrollado, por allí le acompañaron primeramente el Gobernador del Estado, Juan Manuel Carreras, la presidenta del PRD nacional, Alejandra Barrales, el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Cornejo, el presidente municipal de Soledad de Graciano Sánchez, Gilberto Hernández Villafuerte, y autoridades de los tres poderes estatales.

Dijo el munícipe que está conforme y satisfecho de su trabajo, que según él percibe a los potosinos seguros, aunque el alcalde no desaprovechó la oportunidad para decir que es víctima de las personas que lo atacan y aseguró que se ha logrado encausar el destino de San Luis Potosí. Planteó la necesidad del fomentar el desarrollo potencial de la zona metropolitana de Soledad de Graciano Sánchez y la capital potosina, desde luego con el apoyo del gobierno del estado. Agregó que “encausar el destino progresista de San Luis es tarea de todos”. Lo que no hizo fue referirse a las corruptelas de sus antecesores ni a las que a él se le señalan, y menos decir algo sobre Sandra Sánchez Ruiz, su proveedora de medicinas.

En las redes sociales se leen infinidad de opiniones sobre el tema, unas positivas, otras negativas, algunas neutras, pero una de ellas pareciera que contiene todos los aspectos  y dice: Este teco de chole, pésimo orador y patético hablante, es un fenómeno social cuya ambición desmedida es evidente. Pero no compra votos: seduce voluntades. Sabe que el voto del pobre vale lo mismo que el voto del rico, y que hay más gente pobre. El teco de Soledad se impone a los rancios candidatos de siempre. Quien mal habla, bien gobierna.

Lo anterior refleja las palabras que hemos escuchado de algunos potosinos que hemos entrevistado, que si bien se sienten personas diferentes del común de ellas, de la plebe, ya que se consideran curras, elegantes, de clase social exclusiva y de círculos sociales diferentes, por un lado efectivamente están molestos con los gobiernos panistas y priístas que habían venido gobernando a la capital –este malestar reina en cualquier clase social–, pero en el presente caso de un ex presidente de la ciudad de Soledad de Graciano Sánchez es para muchos hasta ofensivo que él ahora sea el presidente de la capital, es por esa razón que lo descalifican, pero lo describen como alguien que se supo imponer a los rancios candidatos de siempre. Bueno, al menos le reconocen su habilidad política. Muchos capitalinos aún creen que el municipio de Soledad es Soledad de los Ranchos, de hace un siglo. Pero los tiempos han cambiado.

Por su parte, en Matehuala, el gobernador Juan Manuel Carreras concurrió  al  primer informe de José Everardo Nava Gómez, que tuvo lugar en el teatro municipal Manuel José Othón. Le acompañaban Martín Juárez, presidente del PRI estatal; Gustavo Puente, secretario de Desarrollo Económico, y otros funcionarios de su gobierno. En el uso de la palabra, José Everardo Nava al inicio de su discurso dijo categóricamente: “A un gobierno se le juzga por sus hechos y no por sus buenos deseos”. Con esta frase lo dijo todo. Así, habló de las acciones que día a día hace el presidente, ya que hasta personalmente pinta lugares públicos, exhorta a la ciudadanía a sumarse a las labores de limpieza, de plantar árboles, en fin, convence a sus gobernados por el doble empeño que pone y por su oficio político que ha venido adquiriendo, ya que ha sido presidente municipal, diputado local, diputado federal y nuevamente presidente municipal priísta de ese municipio. Eso explica la aceptación que tiene allá.

Como reflexión a los informes solamente escuchamos cifras de obras, de acciones que efectivamente son lo que el pueblo, cuando menos, espera de sus gobernantes, pero no escuchamos recortes de salarios en los funcionarios, bueno, en base al ejemplo que se vieron forzados a hacer los diputados locales, a rebajarse el salario 25 por ciento, para recuperar la credibilidad perdida al mejorar la imagen, algo así como “cambiarse el rostro de bandidos a honorables”. Tampoco escuchamos en los informes ninguna denuncia de corrupción de los gobiernos que le han antecedido, ni en San Luis Potosí ni en Matehuala, no se escuchó. Y sin embargo hubo corrupción que no deberá quedar impune y que es ampliamente conocida por todos los que vivimos por acá.

Y la pregunta ¿acaso no es corrupción pagarles a los ex funcionarios políticos los guaruras que los cuidan en camionetas del gobierno y con gastos del mismo? ¿Entonces cómo se pretende corregir esta corrupción?

Para armonizar la pretensión del gobernador de corregir la corrupción que ha mandado al Congreso a través de su iniciativa, habría que empezar por las que se puede corregir con una sola orden dirigida al oficial mayor de su Gobierno, para que suspenda las prebendas de los ex funcionarios. Sería una solución práctica en los hechos.

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