HASTA EN AUTOBÚS DE LUJO ASALTAN Y VIOLAN

María Elena Yrízar Arias

Muchas personas habíamos pensado que viajar en un autobús de lujo era sinónimo de comodidad y seguridad, sin importar que los costos del pasaje sean más caros que otros, ya que se asociaba la idea de que en esos autobuses no pasa nada extraordinario que pudiera perturbar nuestro sueño.

De este tipo de autotransportes hay varios. El servicio que ofrece Enlaces Terrestres Nacionales (ETN) –cuyo lema es “La línea más cómoda”– tienes asientos reclinables, pocos lugares para el confort de sus clientes, dan almohadas suaves, alimentos y bebidas, entre algunas de sus ventajas, pero resulta que una de sus pasajeras, de origen potosino, de nombre Margarita Ortiz Macías de Micalco, en compañía de su hija de 12 años y dos de sus sobrinas, estando en la Ciudad de México decidió comprar sus boletos de viaje a San Luis Potosí en esa línea, para salir a las 21 horas del 7 de junio, abordando el autobús número 5270, pero al pasar por la caseta de Tepotzotlán, aproximadamente a las 22 horas, cuando el autobús se detuvo porque habían problemas de congestionamiento del tránsito vehicular en la carretera, como a los 10 minutos de estar detenidos, se dio cuenta de que subieron dos individuos con pistolas en mano y entraron al área de los pasajeros.

Ordenaron a todos que se movieran para atrás y les iban quitando su bolsa, celulares y dinero, pero a la señora Macías de Micalco le dijo uno de los asaltantes que se quedara allí, que no se moviera de la parte de adelante, dándole previamente un golpe con la cacha de la pistola en el pómulo derecho.

Y procedió ella a entregar al asaltante su bolsa y sus cosas personales sin oponer resistencia, por temor a que la mataran a ella o a cualquier persona de las que estaban allí adentro.

Cuando esos hechos sucedían, la hija de la señora Micalco se encerró en el baño junto con una de sus primas y llamaron a Adolfo Micalco Méndez para informarle que estaban asaltando al autobús y que le iba a mandar su ubicación, ya que tenía miedo que los mataran.

Al mismo tiempo, uno de los asaltantes, teniendo a Margarita Ortiz de Micalco amagada con la pistola en la cabeza, ordenó a la víctima que se bajara los pantalones, la violó en el asiento delantero, y su atacante le dice a ella una serie de obscenidades y le pedía que dijera que le gustaba la violación.

Después de que sucedió el asalto y que se fueron los delincuentes, el chofer no avisó a la policía inmediatamente, lo hizo un pasajero, y lo que más le llamó la atención a la víctima fue que el chofer quiso convencer a los pasajeros de que no denunciaran los hechos, lo que le hizo sospechar que el mismo chofer, de nombre Cruz Rito López Rodríguez, pudiera ser cómplice del asalto, y por la misma negligencia del chofer para auxiliar a los pasajeros y a la víctima de la violación.

Los anteriores hechos los hizo públicos la afectada, ya que vivió momentos de pánico, que la hicieron caer en un estado de choque emocional, pero plenamente indignada por el ataque, reunió valor para difundir esta agresión y concurrió a denunciar ante el Ministerio Publico del Estado de México, para que se haga justicia.

Los anteriores hechos han sido difundidos públicamente y desde luego ha habido reacciones y opiniones que debemos considerar. La Iglesia católica potosina, por conducto del vocero de la Arquidiócesis, Juan Jesús Priego, dijo ayer que se suma a la indignación ciudadana por el cobarde ataque cometido en contra de la señora Margarita Ortiz y exige mano dura contra los asaltantes y violador. Varios de los amigos de Adolfo Micalco, ex presidente del CDE del PRI y ex diputado local, le han expresado su solidaridad. Ella aparece en un video que se ha difundido en las redes sociales donde habla de este asunto.

Lo más penoso es que la empresa ETN, mediante un comunicado, relata cómo los dos asaltantes forzaron al conductor a abrir la puerta de la unidad aproximadamente a las 22:15 horas, que permanecieron aproximadamente 20 minutos y que el chofer no pudo hacer nada para evitar la supuesta agresión. Desde luego, no fue una supuesta agresión, fue una brutal agresión. Aunque lo niegue la empresa.

Aquí hay varias cosas que debemos reconocer: que la señora Margarita Ortiz de Micalco es una persona valiente, por hacer una denuncia de los hechos. Que ni en las mejores líneas de autobuses de lujo podemos contar con seguridad. Que este tipo de vejaciones produzcan la indignación ciudadana y que nos urja establecer un verdadero estado de derecho. La seguridad es nuestra prioridad.

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