El Imparcial de Matehuala Noticias
María Elena Yrizar Arias
El actual ayuntamiento de la ciudad de San Luís Potosí, que preside Ricardo Gallardo Juárez, por conducto del contralor interno, Enrique Alfonso Obregón, difundió la noticia de que turnaría al Congreso del Estado un expediente acusando a Mario García por el desvío de 22 millones de pesos. Horas después, por el rumbo de Las Lomas, en la calle Sierra Leona, apareció un anuncio espectacular contra el ex presidente municipal de la ciudad de San Luis Potosí, Mario García Valdez, en el que se le acusa de malos manejos administrativos en contra del ayuntamiento cuando fungió como alcalde capitalino, de 2012 a 2015. En dicho anuncio espectacular se lee: Mario García, el peor presidente municipal en la historia de San Luis Potosí. Devuelve el dinero ratero ¡los potosinos te lo demandan! –aparecen una fotografía del ex alcalde y una rata grande junto a él. Abajo, aparece el nombre y logotipo de una clínica fuerza para seguir en alcoholismo y drogadicción somos la solución–.
Lo que sí es de entenderse es el hecho de que el espectacular que salio a la luz pública de forma sorpresiva no es obra de la casualidad, sino que es una treta debidamente calculada y simultánea, con el objetivo de dar un buen golpe, o bien, es un medio que se emplea con astucia y habilidad para conseguir un efecto; a todas luces se ve que el efecto es golpear al PRI en el momento que Sara Rocha asume la presidencia del priísmo municipal con José Luis Romero Calzada, coordinador o delegado municipal del tricolor estatal en ese comité capitalino.
En entrevista, el diputado Romero Calzada, cuando se le preguntó sobre la denuncia que presentó el representante del municipio capitalino ante el Congreso del Estado, donde se acusa a Mario García, dijo que si el ex presidente municipal de la capital Mario García Valdez tiene cuentas pendientes con la autoridad debe responder de inmediato, “porque el PRI se lo exige”. Añadió que así como hay exigencia a Mario García para que se aclaren los temas, “de igual forma eso nos legitima al PRI para pedir cuentas claras al actual presidente municipal de la capital, del que se han conocido una serie de irregularidades que también llegaron a la Auditoría Superior del Estado”.
El diputado Romero Calzada pidió imparcialidad a la propia contraloría del municipio al tiempo de hacer un llamado para que se actúe con mano firme para sancionar lo que se haya hecho mal en el pasado, pero también estar vigilante de la actual administración.
También agregó que “ojalá el tema no sólo se quede en lo mediático, como es una costumbre de la administración de Ricardo Gallardo, sino que se investigue con toda la seriedad del caso, más allá de colores y de partidos políticos, pues en el PRI sabemos que tenemos una responsabilidad social con la ciudadanía de esta zona metropolitana que durante años han visto pasar administraciones de diferentes partidos y las promesas sólo se han quedado en eso, en promesas”.
Lamentó el hecho de que apareciera un espectacular con la imagen de García Valdez, porque nadie puede ni debe ser acusado y tratado como delincuente sin antes haber existido un debido proceso. Aquí nuestro diputado nos salió muy conocedor de los derechos humanos de las personas, olvidándose que de lo que se trata en estos asuntos de denuncias y espectaculares no es otra cosa que política, primero porque se denuncian hechos supuestamente delictivos y de responsabilidad y en segunda, el sorpresivo espectacular, que por cierto es caro el costo del mismo, en una muestra de coordinación de golpes bajos que se pretenden empuñar contra los adversarios o priístas, en razón de que se trata de un señalamiento a un ex presidente municipal emanado del PRI.
Lo anterior descrito es una respuesta lógica que da el gobierno perredista a los tricolores ahora que el priísmo ha anunciado que trabajará arduamente para recuperar los espacios políticos que el gallardismo o el mismo perredismo ha ganado y que tiene debidamente controlados, quizá, como dijo Sara Rocha, con dadivas, o como sea, la cuestión es que tiene control y que difícilmente el priísmo pueda recuperarse de lo mal que les fue con Mario García.
El problema ahora es que ninguno de los políticos que aspiran dentro del PRI a presidente municipal de la capital gozan de prestigio o liderazgo político que atraiga electores o garantice ganar las elecciones. Es más, o se buscan a un ciudadano honorable o se lo buscan, porque sólo alguien que no tenga cola que le pisen podría quitarle lo gris al PRI y regresarle lo tricolor en San Luis Potosí.
