Alejandro Martínez Luna
Durante esta contingencia hemos visto lo bueno, lo malo y lo peor de la llamada “Clase Política” de nuestro estado, desde la irresponsabilidad con la salud tratando de mantener a flote la micro economía de los municipios, hasta la barbarie de exponer niños y adultos mayores en eventos o marchas para adorar a diferentes figuras, el clientelismo disfrazado de apoyos por la pandemia, todo esto encaminado a lo que desde hace ya dos años ha sido anunciado por más de uno; la Carrera por “La Chiva de $10,000” (o elección de gobernador en el caso específico) que ya tiene caballos apostados en el llano, mientras unos se adornan con colores que les destaquen a la hora de sacarla de la tierra, algunos jinetes aún se pelean el potro pinto y el pardo; otros valoran si hacer sus apuestas para sus animales o estimular potros más jóvenes con una buena apuesta, aunado a la evidente ausencia de un jinete para el colorado de la fortuna que solo ha perdido una contra el pinto.
Son tiempos de cambio, la pandemia por coronavirus COVID-19 ha vuelto evidente la incapacidad en la toma de decisiones que salvaguarden la salud, la economía y el bienestar de los gobernados, en todos los niveles se han tenido errores y aciertos, pues además de ser de los estados más afectados por la pandemia de SARS-CoV-2 en cuestión médica, también somos de los estados que se verán más afectados económicamente, siendo un estado que transforma materias primas y cuya actividad económica deriva del comercio y el intercambio de bienes y servicios, nos vimos afectados con el paro de los distintos giros de negocio los primeros meses de la contingencia; pese a los estímulos fiscales de gobierno del estado para conservar la plantilla laboral (impuesto sobre la nómina, sobre el hospedaje, y pagos de derechos diversos), se han perdido fuentes importantes de empleo que derivaban de las MiPyMes (Micro, Pequeñas y Medianas empresas que representan más del 40% del total de contribuyentes del impuesto sobre la nómina en SLP) muchas de estas llevan sus operaciones financieras con capital circulante de la activad económica constante (viven al día como coloquialmente se dice), al verse interrumpida derivó en el cierre de muchas de estas; evidenciado por la numerosa cantidad de locales comerciales que comienzan a quedar vacantes tanto en la capital del Estado como en los municipios más grandes (Cd. Valles, Rioverde, Matehuala y Tamazunchale), la falta de estímulos fiscales del gobierno federal para poder conservar los empleos, y la falta de programas emergentes en la mayoría de los municipios (donde la capital destaca teniendo 3 de estos) para conservar las MiPyMes tendrán como resultado una de las crisis laborales mas grandes de los últimos 20 años
Lo anterior mencionado plantea un escenario poco alentador para las elecciones que se avecinan, donde “billetasos” y “dadiva” serán los principales actores de este circo llamado “democracia potosina” sin candidatos definidos son momentos de apostar, si iremos por la vía conservadora de la madurez y los valores familiares; el populismo que trae de la mano un sistema clientelar que ya conocemos; la capacidad y preparación de una juventud lejana al estado; o bien nos la jugaremos con el ideal de la transformación de la nación. Todo esto deberá estar vislumbrándose tal vez por octubre dicen los que saben, los que opinan que en diciembre probablemente vayan tarde. Además, quedan preguntas por resolver ¿Quién será el ungido por el gobernador en turno? ¿Dónde irán los intereses económicos de los empresarios potosinos? Y el bastión azul ¿aguantará? o ¿seguirá la tradición de la traición? Todo esto y más en próximos meses.