AQUÍ ENTRE NOS: Carta a Leonel Serrato de Sergio Desafassiux

María Elena Yrizar Arias

En el sitio https://www.facebook.com/sergiodesfassiuxcabello/?ref=page_internal&fref=nf publico el Diputado Local Sergio Desfassiux, publica una carta que dice así: “En ejercicio de la Usurpación de la Representación Popular que usted tiene a bien atribuirnos al suscrito y a mis compañeros, a quienes no represento por su temor o excesivo respeto a la prensa y al grupo empresarial o político para quien usted colabora y no precisamente hacia usted, me permito manifestarle:

En primer lugar, la gran preocupación, el agobio y mortificación desmesurados que ha generado su columna en esta entidad pues abiertamente informa al público lector y a la ciudadanía su muy delicado y tierno sentimiento de humillación porque los Diputados hemos “tocado fondo” en esa “espiral hacia el oprobio” “que nos hace caer más bajo” al cometer “más vilezas” en esta “asamblea de vagos” en la que practicamos “nuevas maneras de exhibir nuestra inmundicia” hasta constituirnos mis compañeros y yo en una “colección de todo lo infame y sucio” hasta “caer más profundamente” y “seguir hundiéndonos” hasta el punto en el que “ya no hay más calificativos para ponernos” pues “incluso el idioma ya no da más”.

En segundo lugar su concienzudo análisis ha cimbrado hasta lo más sensible todas las estructuras de nuestra sociedad, pues los razonamientos en los que sin duda debe estar basada su enorme lista de insultos y epítetos, que llegan a agotar su acervo de lenguaje hasta que el léxico que acostumbra empieza a flaquear, no obstante que se asemeja a algunas listas rituales de excomunión, en donde las jurisdicciones religiosas de aquellos siglos en que el Tribunal del Santo Oficio juzgaba sumariamente a cuanto cristiano encontraba que no le pareciera que lo fuese tanto. Y aun cuando esos razonamientos y disquisiciones argumentativas que deben ser muy prolijas, detalladas y escrupulosas pero que no se dan a conocer a nadie pues se concreta a señalar todo lo que, según estima nos caracteriza a los congresistas abundando además en “que nadie es rescatable” “todos son iguales” y advirtiendo al pueblo potosino lo que seguramente habrá de desembocar en que el poder legislativo desaparezca en nuestra entidad, dado que “no puede ser diputado un ciudadano decente” pues el Congreso es sólo “podredumbre” y “negarlos no basta” “se les debe detener y “no permitirles seguir haciendo lo que hacen”; aunque en ningún renglón de su columna dice usted qué hacemos o qué hicimos ahora, seguramente porque ya estaba aburrido de endilgarnos tantas lindezas como aburridos pueden haber terminado sus lectores de no leer más que insultos y calificativos sin motivación.

Seguramente al “revolcarse en la porquería con singular alegría” con “desparpajo” e “inconmovibles” por ser “capaces de todo tipo de ruindades” y “disputarnos puestos para robar” “mintiendo descaradamente”; el derrochar ingenio para “conseguir fines aviesos” y el “no tener mérito”, para ocupar esta representación son razones más que suficientes para que usted se sienta ofendido, humillado y seguramente en medio de un llanto inconsolable por la propia delicadeza de su persona, lo cual no es justo. Como tampoco es justo que tengamos en zozobra y enorme inquietud la estabilidad de San Luis al haberlo hecho sentir tan humillado. Y más reprobable aún resulta que “los políticos que controlan la vida pública potosina” “hayan ideado tener” en lugar de Congreso a esta “vulgar colección de saltimbanquis” que según su muy reconocida autoridad moral establece que hemos resultado ser todos los diputados por igual y aún los que llegaron a ser sus amigos. Sin lugar a dudas y tal como su santidad lo ha determinado eso es una “felonía”, “un acto de absurda declaración y enorme desprecio a san Luis Potosí y a nuestra historia”.

Lamentablemente y suponemos que la razón es porque no lo merecemos los potosinos, su análisis no detalla quienes controlan la vida pública de San Luis aunque se tienen como hechos públicos y notorios, que son precisamente los medios de comunicación y consecuentemente los principales dueños de esas empresas como en la que usted colabora, quienes terminan siendo al final de la cadena política quienes controlan la vida pública en nuestro pueblo; por lo que su reclamo bien pudiera tener una respuesta muy cercana a usted.

Por último, entiendo “su dolor, indignación y humillación” y su “asco” porque según su muy sensible y superior conocimiento resultamos tan semejantes como vernos en un espejo, pero quiero puntualizarle mi desacuerdo en nombre propio, pues no he insultado a ninguna Diputada; respeto, quiero y venero a la mujer; tengo esposa, madre, hermanas e hija y trato de estar en armonía con ellas compartiendo diariamente; jamás las he negado ni las niego, por el contrario me enorgullezco de ellas como de mis amigas y sí, a mí sí me gustan las mujeres.

Sobre la nota, en Facebook, se publicaron en reacción los siguientes comentarios: Magister Latomus:  Es obvio que el diputado soberbio contrató los servicios de un amanuense a sueldo, pues ni su cultura ni su capacidad neuronal dan para elaborar tal prosa y menos aún con tan decantado sarcasmo. Es cuanto.

Leonardo Vazquez:  Ojalá el diputado fuera capaz de hilar semejante retahíla, que ni para eso le dan sus participaciones en tribuna, aunque el amanuese que le escribió la respuesta también se queda en las ramas y no va al fondo.

Agustin Garcia : Solo Leonel Serrato sería capaz en escribir esto y desenmascarar a los personajes mencionados y que al final hasta ellos mismos les agradezca por tomarlos en cuenta.

Aspasia Dihe: Menos mal que por lo menos entre tanta palabrería sin sentido y citación de la carta, sin un contenido real y un objetivo definido, en el último párrafo reconoce que tiene madre… ya estaba yo preocupada, porque es claro que muchos hemos dudado que la tengan. Que descaro. Un impresentable.

Miguel Alarcón: Y a poco Serrato se equivoca ?? Claro que no….Asamblea de Vagos !!

Jesús Campean Aguilar:  Estaría bien que respondieran con hechos y dejarán la palabrería, necesitamos representantes honestos, preparados y realmente comprometidos. La pregunta sería, Tenemos esos representantes en San Luis?

Yoloxochitl Esparza: Cantinflas le quedó cortó.

Mariano Ortega: Este tal Leonel Serrato dice aborrecer al Gobierno, pero si acepto la Notaria que le otorgo el Gobierno.

Luis Lobo:  Así trabaja la doble moral.

Bueno, me parece interesante publicar esa carta y  las opiniones de la misma, porque hay que considerar varios aspectos: Si bien es cierto que tenemos libertad de opinión, esta tiene sus límites. La libertad de expresión es el derecho para expresar, verbalmente o por escrito, cualquier pensamiento u opinión, positivo o negativo, sobre algo o alguien. Esta garantía está garantizada por el artículo 29 de la Constitución Política Nacional.

Expresar una opinión, si bien es un derecho, también implica el deber de ser ejercida dentro de un marco de responsabilidad, pues quien tiene en sus manos la manifestación de sus pensamientos,  debe poseer claridad sobre las eventuales consecuencias que, por afectación a la moral, el orden público o a terceros, se puedan generar.

Existe otra situación que es bueno decirlo:  Cualquier opinión,  debe ser ejercida dentro de un marco de responsabilidad, pues quien tiene en sus manos la manifestación de sus pensamientos debe poseer también claridad sobre las eventuales consecuencias que, por afectación a la moral, el orden público o a terceros, se puedan generar. En el presente caso, habría que reflexionar si efectivamente cada una de las opiniones que he trascrito, son válidas o no ¿Quién tiene la razón?

Cada escritor, que expresa su opinión,  tiene una forma tan peculiar de escribir, que pareciera que sus textos fueran como su huella digital, siempre que escribe, tiene sus características de expresión que hace la diferencia con otros escritores. Así mismo algo semejante pasa con el hablar, cada quien tiene sus características que los diferencia de otros, por eso los podemos diferenciar.

En la vida de los diputados, muchos de ellos tienen su personal de apoyo que les investiga los temas y muchas veces se los escriben.  El problema de ventilar públicamente lo que se piensa, tiene como consecuencia que se provoca consensos y disensos, esto significa  hay quien está de acuerdo y quienes no lo están, así que es muy difícil buscar una neutralidad, pero lo que sí es cierto, es que el poder que alguien ejerce, solo puede ser legitimado con estas dos figuras que le dan un equilibrio, acuerdo y desacuerdo que a su vez,  legitima al poder. En palabras más sencillas. La libertad se ejerce, la verdad ofende e incómoda. El elemento de moralidad de las partes o la legitimidad para echarse tierra uno con el otro, es parte del juego. Se parece a las llamadas de misa, todos las oyen, pero pocos le hacen caso. Va el que quiere y el que no. Pues no. Así es esto. Y por último, a los dos protagonistas de esta carta, pues les encanta el relajo.

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