María Elena Yrízar Arias
Resulta que ayer los corruptos no fueron sancionados en el Congreso. Como ciudadanos, nosotros los potosinos no ganamos para vergüenzas, ya que tenemos un Congreso de diputados locales de mayoría alcahuetes de corruptos que insultan con su actitud a la sociedad en general y que denigran el deber ser de la actividad política a favor del bien común de las personas que vivimos en el estado de San Luís Potosí.
La afirmación anterior tiene como antecedente el hecho de que el martes pasado la diputada Josefina Salazar Báez, al referirse al dictamen que emitió la Comisión de Vigilancia del Congreso local, relativo al informe final que presentó la Auditoría Superior del Estado en relación a la cuenta pública del Poder Ejecutivo del Estado del ejercicio fiscal 2015, correspondiente a los últimos nueve meses de la administración del ex gobernador Fernando Toranzo Fernández, donde aparece que tiene observaciones por 103 millones de pesos y dijo que es inaceptable el dictamen.
Declaró que los diputados de su partido, el PAN, no encontraron en el dictamen un tema en específico para poder aprobar la cuenta pública, para la sesión del día siguiente. Agregó que no tenían la garantía ni la certeza de que el trabajo se realizó bien. Hay algunas observaciones que ellos consideraron que no vienen incluidas dentro de los mismos informes, como por ejemplo que no se vio el asunto de las 34 mil estufas ecológicas que se compraron en el DIF a cargo de María Luisa Ramos de Toranzo, que le generó a ella, por conducto de un hermano, una ganancia de 34 millones de pesos, y que de la empresa que fue proveedora no se tiene ni rastros de ella.
Otro asunto tiene que ver con la construcción de la torre médica de Ciudad Valles, o la carretera de Tanquián a Tancanhuitz, que ambas obras están mal hechas y fueron muy caras. En ese mismo dictamen incluye al gobierno actual de Juan Manuel Carreras.
Otros aspectos del dictamen tienen que ver el ayuntamiento de la capital, cuando gobernó Mario García, al parecer tenía 400 millones de pesos de observaciones, incluyendo además tres meses del gobierno de la capital a cargo de Ricardo Gallardo Juárez.
Ayer, en el pleno del Congreso local, se discutió el referido dictamen, donde se vieron actitudes prudentes, otras de cinismo, otras de lucha, y así se hicieron señalamientos mutuos. Los panistas arremetieron en contra del dictamen y Josefina Salazar le recordó al diputado Desfassiux que Gallardo habían prometido castigar las irregularidades de Mario García.
Los que mejor se quedaron calladitos fueron los diputados priístas, quienes previamente habían acordado votar a favor del dictamen con los perredistas y que así lo hicieron, votaron 17 a favor, tres abstenciones y seis en contra. Así que una vez aprobado el dictamen con las cuentas, se acabaron los señalamientos. Es algo así como muerto el perro, se acabó la rabia; una vez que fueron aprobadas las cuentas, al parecer ya no hay corruptelas, nadie robó, a nadie sancionan y sanseacabó.
La lectura es clara, aunque hagas tiznaderas, aunque seas corrupto, aunque seas lo que parecen ser, no hay problema, en el Congreso, como por arte de magia, se aprueban dictámenes incompletos, y así se borra cualquier observación que ponga en tela de duda la honorabilidad de los políticos. De veras, no ganamos para vergüenzas. Cualquiera puede robar en el gobierno y no pasa nada. Aquí está la prueba.